Si algo nos ha enseñado este tiempo tan extraño, este año largo de vivir como nunca lo hubiéramos imaginado es a redefinir nuestras necesidades e ideas preconcebidas. A reinventarnos. Y esta filosofía no sólo funciona a nivel personal, sino también en lo que se refiere a los destinos turísticos, necesitados de convertir-se de nuevo en el top of mind del deseo y en durísima lucha con tantos otros que van a intentar lo mismo. Y todo bajo un nuevo paradigma en el que por fin empezamos a hacer caso a conceptos como sostenibilidad, contacto con la naturaleza, zero waste…
En este sentido, un destino como Castelldefels se presenta como todo un ejemplo. A una distancia anecdótica de Barcelona, que por lo general tanto lo fagocitaba como lo dejaba disfrutar de un público que lo veía como una extensión playera de la gran ciudad, ahora tiene la oportunidad de posicionarse como aquel lugar que disfruta de todas las ventajas y prácticamente de ninguno de los inconvenientes. Aquí hay mar y montaña, opciones para el turismo activo, buena gastronomía, recursos culturales y patrimonio al alcance de la mano… ¿Por qué no plantearse Castelldefels como base de operaciones, como lugar de veraneo desde el que disfrutar de todo lo que echamos de menos y sin agobios? Inmedia ha aceptado el reto y dará soporte a la campaña de promoción veraniega con el foco puesto en el incremento de pernoctaciones, más allá del uso diurno de lugares tan apetecibles como la playa. Una acción de creatividad e incremento de visibilidad que sin duda será preciada por el sector hotelero y de restauración, tan perjudicado por la reciente emergencia sanitaria.