Hasta hace poco, los eventos online generaban recelo, pero las circunstancias en las que vivimos han hecho que acabemos incorporándolos a nuestra vida cotidiana, ya sea como espectadores o usuarios. Este tipo de eventos tiene sus ventajas, como por ejemplo el poder abarcar un público mucho más amplio que uno presencial, salvando incluso las limitaciones geográficas; la hora y duración del evento ya no son un problema puesto que los interesados pueden verlo más tarde, cómo y cuando quieren, a la carta; por si fuera poco, un evento digital nos permite tener un impacto ambiental muy reducido, ya que no requiere de desplazamientos ni de otros gastos añadidos que no sean el de una buena fibra óptica… y de una cuidadosa preparación del acto. Lamentablemente, parece que ya no recordamos aquella frase de Churchill donde afirmaba que no se lo podía molestar cuando se encontraba preparando la improvisación del día siguiente. Y es que éste es un de los grandes pecados de los eventos online: la sensación de improvisación, real o percibida por no haber dedicado el tiempo suficiente a ensayar, hacer pruebas, crear un guion sólido…
En Inmedia creamos eventos promocionales como el realizado para la Región de Cerdeña, destinado a bloggers e influencers, en el que no ha faltado la elección de un buen formato, la preparación de una plataforma digital personalizada y una cuidada puesta en escena donde se huye expresamente de la clásica pantalla compuesta por un mosaico de caras, apostando claramente por el estilo televisivo, en el que se suceden las conexiones en directo o con un restaurante que elabora sus recetas durante el acto, como en el caso que comentamos. Hasta incluimos una actuación musical y una propuesta gastronómica enviada a casa de los asistentes para que puedan disfrutar de los platos que se ha visto preparar. ¿El secreto? Dedicación, cuidado por el detalle y ganas de ejecutar un acto memorable. La interacción, el engagement y la difusión asociadas confirman que este es el camino.
Porque al final, se trata de vivir experiencias. Y, ¿ por qué no hacerlo con nuestros e-ventos?